El guerrero entro en la sala, cruzo las dos altas puertas de madera decoradas con escudos de oro macizo, caminaba con paso decidido, seguro de haber cumplido con exito la mision que le habia encomendado su señor, y lo demostraba con una sonrrisa macabra en su rostro. Llego a la altura de un trono, un trono hecho a base de la cabeza de un gran dragon abierta por la mandibula a modo de asiento, de color negro azabache. la estancia era similar, todo oscuro con dos pilasre a ambos lados del trono. Y alli, sentado, con una mirada cruel, desafiadora, malvada, se erguia el rey del castillo Bogardan, Slogan viento de muerte, un hombre de complexion musculosa, con unos brazos gigantes que asemejaban a sus poderosas piernas, su piel era de color bronce, y sus ojos, sus ojos eran dos profundos mares de sangre, rojos y con un destello de maldad en ellos. Vestia una armadura negra, con escamas de algun tipo de dragon, echa de todas las partes del mismo: garras, puas, cola...
inspiraba temor y respeto.Pero lo mas impresionante era la espada q se erguia de pie junto al trono, mas grande que un humano adulto, tan ancha como la espalda del rey, y del mas negro puro con una pequeña esfera cerca de la empuñadura, roja, en la cual parecia habitar una pequeña llama.
-Mi señor, he cumplido la mision-dijo el guerrero con una voz clara, fina y sin duda.
-Muy bien Nerlegón, has traido el pergamino?-su voz parecia sacada del mismisimo averno.
-Si mi señor, aqui lo tiene- Nerlegón entrego un pergamino roto al rey, este lo tomo y una mueca de triunfo se dibujo en su cara- mañana mismo partiremos hacia el lugar donde se encuentra otro fragmento del pergamino.
-Tambien conseguiste esa informacion?muy bien, parte pues y trame el fragmento, funcionan bien los dragones?
-De maravilla mi señor, deseais algo mas?
-No puedes irte.
-Mi rey...-dijo mientras se incorporaba y caminaba hacia la puerta.
-Nerlegón!!
-Si mi rey?-contesto el sin girarse.
-No dejes vida, destruyelo todo...jajajajaja.
-Asi sera mi señor-contesto el mientras sonrreia.
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